11 ene 2010

Las hipótesis

Ambos antecedentes ocurridos en Irán y en Honduras son recientes. Esto es justamente una de las razones por las que nos parecieron temas y comparaciones interesantes. Hemos podido, a lo largo del cuatrimestre, seguir la evolución y las noticias casi a tiempo real.




En el caso de Honduras hemos descubierto que fue el 28 de junio del año pasado cuando se alcanzó el punto de inflexión. Tras un golpe de Estado, el presidente Roberto Micheletti tomó el poder y su sucesor Manuel Zelaya fue expulsado de su país natal. Según los opositores al presidente, la expulsión ha sido autorizada y promovida por la Suprema Corte de Justicia del país. Hasta hoy, ningún país de la comunidad internacional ha reconocido el nuevo gobierno de Honduras y se ha calificado como golpe de Estado. A partir de esa fecha ocurrieron una serie de acontecimientos. Honduras se vio sumergida en una crisis política y unas elecciones altamente dudosas (véase entradas anteriores con noticias relacionadas con este tema). Como era de esperar, la gente se echó a la calle y había seguidores de ambos lados del conflicto político en el que se veía inmerso el país. Un opositor al golpe fue asesinado. La crisis fue, en su comienzo, iniciado por la solicitud de Manuel Zelaya de convocar una llamada “cuarta urna” en las elecciones del pasado noviembre. Para conseguir esto, el gobierno de entonces proclamó que se había recogido cuatrocientos mil firmas, mientras que los golpistas creían firmemente que dichas firmas no eran legítimas (recogidos de gente extranjera y gente bajo amenaza). El caso es que si hubiera conseguido lo planeado, Manuel Zelaya tenia pensado presentarse de nuevo a las elecciones para lo que, si ganara, sería su segundo mandato, algo que esta prohibido en Honduras. Estos acontecimientos son los que han llevado a la situación actual, son la situación inicial.


En el caso de Irán, el conflicto político viene de mucho atrás. En el año 1979, tras la revolución islámica, la población ha estado obligada a vivir según dictaminaba el gobierno. El año pasado, treinta años después de aquella revolución, la gente acudía a las urnas. El caso de Irán es un caso particular ya que no se puede decir que es democrático aunque celebren elecciones. Es un líder supremo religioso el que, porque nunca ha sido una mujer, selecciona aquellos que pueden entrar en el juego político. Esto quiere decir que solamente logran entrar aquellos que defienden posiciones más o menos parecidas a la del líder supremo. En estas elecciones se posicionaba en el lado más conservador Mahmud Ahmadineyad. En el lado más “liberal” estaba el partido que tomó el color verde como su bandera, liderado por Hossein Musavi. Se preveía que éste último iba a vencer con diferencia y los jóvenes adornaban sus velos, sus coches y su ropa con el color que representaba el partido. Sin embargo, los resultados que se hicieron públicas decían todo lo contrario. La incredulidad de los iranís ante los resultados fue el punto en el que comenzó lo que hemos llamado la “revolución en proceso”. La incansable lucha es la que hemos podido observar a lo largo de estos meses a través de los medios de comunicación y las redes sociales, y fueron justamente esas elecciones “robadas”, según la oposición, las que la empezaron.




Se puede definir como una bola de nieve que se va haciendo cada vez más grande y consigue más velocidad. El caso de Irán ha sido justamente esto. Los acontecimientos que han tenido lugar se han hecho mas y mas grandes y su efecto no ha sido quizás el que esperaba el gobierno: asustando a la población, sino que ha servido como gasolina para el motor que no ha parado desde las elecciones. Una causa curiosa de la que hemos hablado mucho en ocasiones anteriores, ha sido Internet. Las redes sociales, los blogs y los periódicos digitales han contribuido a conseguir continuidad en la lucha y a informar al mundo exterior. Internet ha conseguido dejar al descubierto una vida diferente a la que han tenido los jóvenes iranís durante los últimos treinta años, y parece ser que les ha hecho añorar la libertad que creen que se tiene en occidente. Como ya sabemos, los periodistas extranjeros han sido expulsados del país y la única información que se recibe en el mundo exterior es aquella que los propios iranís cuelgan en internet. Los asesinatos, los juicios rápidos y dudosos y los detenidos sin cargos y durante un tiempo indeterminado, no han logrado asustar a la oposición y el apoyo que tiene en determinados colectivos, sino el efecto contrario. La lucha ha sido constante, imparable, incansable y se está convirtiendo pues en un movimiento revolucionario.


En Honduras, sin embargo, ha ocurrido algo muy distinto. Las fuerzas de ambos lados que luchaban por sus ideas y sus ideales, han ido desgastando su energía y se han apagado lentamente. Los medios de comunicación no han informado demasiado sobre la situación en Honduras, y la lucha se ha desviado quizás a una serie de preocupaciones cotidianas de los ciudadanos. La comunidad internacional, a pesar de no reconocer el nuevo gobierno golpista, tampoco ha considerado la situación hondureña algo prioritario y en la agenda. Como sabemos, no ha ocurrido lo mismo en Irán. Irán ha recibido mucha atención por el desacuerdo explicito que han demostrado muchos países del mundo con su gobierno y la forma en la que ha manejado los disturbios y las manifestaciones violentas. El ex presidente Manuel Zelaya tampoco ha conseguido atraer la atención de los medios y el Internet creando polémica para mantenerse en el orden del día de lo que le resulta interesante a la opinión pública y los ciudadanos del mundo. Lo cierto es que los disturbios y la violencia han dejado muertos y heridos en Honduras, pero no ha servido como incentivo para los oponentes al gobierno golpista que actualmente ostenta el poder en el país. También se puede establecer una diferencia fundamental entre la situación en Honduras y en Irán. Los ciudadanos y los jóvenes iranís han sufrido las consecuencias de tener un gobierno fundamentalista y estricto durante un periodo de tres décadas. A lo largo de este periodo, siempre hubo gente que se posicionaba en contra del régimen y que intentaban crear una fuerza luchadora coherente y fuerte para derrotarla. En parte porque eran demasiado pocos, demasiado fáciles de callar y porque el régimen era demasiado poderoso, esos intentos nunca dieron frutos ni supusieron un verdadero peligro. Hoy tiembla la República Islámica de Irán. La situación en Honduras ha sido muy reciente y muy diferente. Micheletti ha logrado obtener el apoyo de los empresarios dentro del país tras una reestructuración profunda de la economía del país. Esto quiere decir que algunos de los ciudadanos más poderosos y con mayores recursos se han puesto de lado de Micheletti. Las manifestaciones multidinarias que veíamos en los medios de comunicación durante el verano pasado, han ido disminuyéndose. El control total de los medios de comunicación dentro del país también ha servido como garantía de poca resistencia para Micheletti y su gobierno. También el control y el manejo de las fuerzas del Estado han conseguido asustar a la población que no se posicionó del lado del gobierno actual. Esto se ha intentado en Irán también, aunque la fuerza de la resistencia se ha mostrado muy grande y valiente. José Luis Rodríguez Zapatero mostró resistencia y condenó el golpe de Estado en Honduras. Podemos decir como conclusión que la resistencia en Irán ha resultado ser más revolucionaria que la del pueblo hondureño.










Otro de nuestros interrogantes iniciales y cuya presente investigación pretendía resolver era cuales eran las causas que llevaban a la revolución y cuáles las que llevan al cambio lento y paulatino. En este apartado sobre las causas o motivos por los que las sociedades se enfrentan al cambio brusco o lento y paulatino, podemos empezar haciendo una clara distinción entre revolución y cambio lento.



En el caso de Irán podemos hablar de revolución a lo largo de este trabajo hemos podido observar a través de los acontecimientos que hemos ido siguiendo como se ha ido fraguando la batalla en la calle. Irán o más bien la población ha reaccionado con contundencia ante los acontecimientos, la gente se expresa lucha y mantiene el sentimiento de cambio. A lo largo de esta investigación hemos podido observar que todo lo que ha acontecido ha servido de combustible para que los acontecimientos no viesen su fin. Como hemos aportado en el ensayo sobre las revoluciones, la revolución empieza a raíz del deterioro de la legitimidad existente. En el caso de Irán las supuestas elecciones fraudulentas (este trabajo aporta los supuestos de la validez de los acontecimientos, no hemos podido comprobar si éstas elecciones son o no fraudulentas) llevaron al descontento general de la población y de la oposición. Nos gustaría tomar una de las reflexiones que nos aportaron nuestros compañeros al opinar sobre nuestro blog, es verdad que revolución no es sinónimo de algo bueno por ya que esta implica consecuencias buenas y malas para los implicados y para aquellos que se ven afectados por esta revolución iraní.



Por otra parte, el caso de honduras es el ejemplo perfecto de cambio lento y paulatino, pero hemos de reconocer que en sus inicios, si hablamos del detonante de esta revolución. La entrada de honduras en el Alba y las acciones del presidente Zelaya para mantenerse en el poder, fueron las causas de que la oposición apoyada por los militares y por las “fuerzas ocultas” estadounidenses, las que llevaron al golpe de estado, pero después de este golpe a la población y de la entrada de Michelleti como presidente no reconocido por la comunidad internacional y su posterior iniciativa de llevar a la población a unas nuevas elecciones habiéndose quitado de en medio a Zelaya. Hoy por hoy podemos decir, que como evidencian los periódicos la sociedad hondureña está sumida en la "aparente calma", puesto que mediante un seguimiento de las noticias podemos apreciar como los temas y las noticias contadas en los diarios están mayoritariamente centradas en otros temas, diferentes al reciente golpe de estado.





Para concluir, con el último de los objetivos de esta investigación y al que hemos intentado a lo largo de este proyecto dar respuesta, reflexionar acerca de cómo se explica la cohesión social y averiguar si tienen que ver los factores internos o externos al colectivo. Creemos que en un hecho social como son las revoluciones, no sólo influyen los factores internos o los externes, más bien es la conjunción de los dos factores internos y externos.

Pero para dar respuesta a esta cuestión, hemos de comenzar poniendo de manifiesto o quizás sea mejor decir, esclareciendo los factores que intervienen en este fenómeno social que es la cohesión social de los individuos. En primer lugar, la interiorización por parte de la esfera política de sus valores religiosos en el caso de Irán, lleva a los actores políticos, a confluir política y religión aplicadas a una sociedad. Pero si hablamos de el caso de Honduras ocurre que la religión se ha visto relegada al ámbito privado, por supuesto que en este caso son otros los factores que han intervenido a nuestro entender sobre el cambio acaecido en este país, como creemos son mayoritariamente más influyentes los factores económicos.

Claro está que los factores que han llevado a estas sociedad a reaccionar como han reaccionado, son creemos en primera instancia externos pero a su vez internos ya que el sentimiento de disconformidad se ha visto interiorizado por las poblaciones, pongamos el ejemplo de Irán, donde la situación que han vivido actualmente es una “replica” de la revolución acaecida hace 30 años con sus notables diferencias, por ello una sociedad que se ha visto lo suficientemente reprimida, ha sido en cierta forma obligada a reaccionar o más bien digamos que ha sido el efecto de una causa.

Uno de los grandes motores a estas revoluciones son los jóvenes y no nos referimos solamente a jóvenes en edad, sino a las mentes que propician el cambio a las cuales podemos llamarlas mentes jóvenes. Para ello, estos se han valido de los medios de comunicación como es internet, los actores sociales de estas revoluciones han expresado sus ideas y preocupaciones, y también a su vez intentando mantener al mundo informado quizás como forma de conseguir la ayuda que se necesita.

En esta cuestión que nos planteamos inicialmente la cohesión social o como denominamos el grado de consenso de los miembros de un grupo social en la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común. Es una medida de intensidad de la interacción social dentro del grupo. Uno de los factores que atenta contra la cohesión es la anomia, con ello nos referimos al comportamiento no basado en normas, es una situación donde la sociedad entra en un caos ausente de normas y valores que le sirven como referente, normas rotas o distorsionadas por la revolución, la sociedad se ve en la necesidad de sentirse cohesionado, esto es básico en un hábitat con un fin o propósito humano de las relaciones jerárquicas y funcionales entre los individuos inmersos en este proceso o entre estos y la acción social. Esto quiere decir que es pacífica y sobre todo justa entre las sociedades que gobiernan y lasque son gobernadas, para el buen desempeño de las autoridades, y de esta manera propician el respeto por ellas mismas.



Por otra parte hemos de puntualizar que la cohesión social es en ocasiones un término similar al de integración social, por lo tanto podríamos aventurarnos a decir que los factores de integración en el grupo pueden haber sido una fuerza motriz para el desarrollo de la revolución iraní y hondureña.




En este trabajo como bien hemos planteado con anterioridad, hemos intentado mediante la utilización de recursos como han sido internet y el método histórico, para configurar un proyecto cuya finalidad era intentar dar respuesta a la cuestión de “revoluciones en proceso”. Internet nos ha servido no solo como mecanismos o más bien como herramienta sino que nos ha servido también o mejor dicho, nos ha hecho participe de la comunidad digital, de una sociedad virtual. Las revoluciones han avanzado tanto en esta nueva era que podríamos darle el nombre de revoluciones digitales, ya que estas se han valido de un nuevo mundo virtual donde nuestro grupo ha intentado informar y aprender. El título revoluciones en proceso, es una forma de decir que las revoluciones no mueren ya que permanecen en este espacio que es internet.


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