11 dic 2009

Teoría indispensable

Para alcanzar una comprensión más profunda a nivel teórico del tema que estamos estudiando, elaboraremos a continuación un breve marco teórico repasando los conceptos claves mencionados anteriormente en el blog. Ya que el principal objeto de estudio ha sido a lo largo de la elaboración del blog, las revoluciones, como surgen, porque surgen y en que contexto (concretamente en Honduras y en Irán), creemos que es necesario repasar la teoría marxista. Existen una serie de fenómenos que el propio Marx determinó, aunque en muchos casos encontramos además aportaciones de otros autores determinados marxistas.

El concepto de ”cambio social” es un concepto ampliamente estudiado en la sociología. Cuando Marx escribe sobre el cambio social, se refiere a la mutación interna o el desplazamiento de un punto a otro de un objeto. Indagaremos algo más en éste concepto desde una perspectiva marxista, pero primero veamos muy brevemente lo que escribieron otros sociólogos clásicos acerca del tema.

Saint-Simon relacionaba el progreso y el cambio social con leyes naturales. Compte también estudia el cambio social (aunque lo denomina “dinámica social”) en sus tres fases y el paso de uno al otro. Spencer se caracteriza por su darwinismo social y él denomina el cambio social como el paso de algo más sencillo a otra cosa más compleja según una serie de características que, según el autor, aumentan con el paso de cambio de las sociedades. Para Weber, los cambios sociales vienen disfrazados en la racionalización con arreglo a fines y valores. El cambio es lento y paulatino.

Marx por otro lado, cree que el cambio social es la revolución. Dicha revolución es la forma en la que el potencial humano se podrá expresar y superar el capitalismo en su último estadio. Para transformar el capitalismo, el hombre usa su “praxis”, es decir, la postura intelectual crítica como un elemento básico en el cambio social. Esto quiere decir que Marx cree que sin una conciencia y unos pensamientos elaborados, la revolución no es posible. El marxismo determina, por lo tanto, que el proceso de cambio social es alto grado de entendimiento y comprensión de la propia situación, y la conciencia activa de deseo de modificarla. Esto no quiere decir que todos los cambios sociales son avances, sino que pueden suponer incluso un retroceso.

El término “estructura social” es algo complejo y muy estudiado en la sociología y describe las relaciones de los individuos en un contexto global para explicar las vinculaciones (no siempre personales) entre los individuos de una determinada sociedad o colectivo. Para no desviarnos demasiado del hilo que pretendemos seguir, analizaremos a continuación tan sólo la percepción del marxismo de estructura social. Para el marxismo, la estructura social está fuertemente vinculada a las relaciones de producción. Marx habló de la superestructura (überbau) y la infraestructura (basis). La primera es aquella que es política e ideológica y es determinada por éstas dos como elementos de la vida social, mientras que la segunda es la base material de la sociedad que determina la estructura y el cambio social. La superestructura no tiene historia propia sino que depende de aquellos grupos o intereses que la han creado. La infraestructura es inherente de mucho poder ya que cuando se modifica, se modifica la sociedad en su conjunto. Está compuesta por los medios de producción y la fuerza de trabajo.

Los medios de comunicación masiva tal y como los conocemos hoy en día, fueron un invento posterior a la época de Marx. Aún así, encontramos muchos pensadores con influencias marxistas que se centran en éste fenómeno. Dichos autores destacan una interdependencia entre las instituciones que ostentan el poder y los medios de comunicación que las integran. De este modo se reproduce continuamente una información a disposición de aquellos que tienen el poder político y económico, es decir, se reproducen de manera incesante los mismos patrones. Estas teorías sitúan a la audiencia en un lugar subordinado a los poderosos. La aportación del propio Marx consiste en la percepción de que las ideas de clase dominante son las ideas dominantes. El análisis consiste en una profundización del modo en la que la sociedad capitalista controla la producción, la distribución, el consumo y la ideología sin tener que recurrir al poder de coacción del Estado. Murdock y Golding (1977) determinan que "... las voces que sobreviven pertenecerán en buena medida a quienes es menos probable que critiquen la distribución prevaleciente de la riqueza y del poder. Y al revés, quienes es más probable que pongan en duda estas reparticiones no pueden hacer público su desacuerdo u oposición porque no disponen de los recursos necesarios para comunicarse eficazmente con una gran audiencia".

Los movimientos sociales se pueden definir como otro tipo de actor político, “Los movimientos sociales se incluyen dentro de la categoría de actores políticos colectivos, pues pese a la extrema variedad de los movimientos sociales comparten con estos la participación voluntaria de sus miembros; la relativa estabilidad de su actividad; el conjunto de objetivos (ya sean latentes o explícitos), que otorga una cierta homogeneidad entre los individuos de que se compone; una línea de acción coordinada y organizada y, finalmente la intervención –más o menos frecuente- en el ámbito político, incidiendo en la gestión de un conflicto social.”(Ibarra, Martí, Gomá, 2002)


El sociólogo español Luís Enrique Alonso cuenta que las subjetividades es lo que crean los movimientos sociales y también sentidos nuevos y estados nacientes.Son procesos de interpretación y construcción de identidades. En la sociedad quien innova y cambia son los movimientos sociales. Se crean o generan procesos de cambio social abierto, latente, erosión de instituciones es el principio. Los MS son los movimientos que rompen las simetrías y producen o introducen cambios sociales.El gran problema es que los elementos sociales desconcentran el cambio social. Cuando se institucionalizan los movimientos sociales desconcentran sus energías y dejan de ser un movimiento como tal y se convierten en otro tipo de organizaciones como pueden las asociaciones o los partidos. Por lo tanto, las energías hacia el cambio se dispersan y este es el dilema histórico de los movimientos sociales.

Podemos apreciar en el pensamiento de los primeros sociólogos una unidad en sus preocupaciones o ideas elementales, que se manifiesta en su coincidencia en percibir la modernidad como el gradual reemplazo de las explicaciones religiosas del mundo por las científicas. Pero también se puede apreciar que no coincidían en la manera de contemplar la religión ya que para algunos como Marx y Comte ésta se identificaba con el atraso o la falsa conciencia que se superarían mediante el afianzamiento de la modernidad; para otros como Durkheim, la religión cumplía la función que ésta cumplía de cara a propiciar los procesos de integración o de cambio social. (CASTON BOYER,2001)


Las tesis presentes en el paradigma de la secularización son:
La secularización como diferenciación de las esferas seculares de las instituciones y normas religiosas, la cual es válida para Casanova, y tiene como repercusión que las comunidades religiosas, al igual que otras esferas, desarrollan su propia autonomía institucional y su dinámica de funcionamiento interno. La religión se ve obligada a aceptar la diferenciación y a desarrollar su esfera diferenciada autónoma. Las iglesias se convierten en denominaciones.
La secularización como decadencia de las creencias y prácticas religiosas, la cual, es claramente una tendencia histórica dominante en muchas sociedades modernas occidentales, ha ocurrido en unos lugares pero no en otros, por tanto no es algo que debe ocurrir inevitablemente. El origen histórico de esta decadencia en Europa está en la crítica a la religión de la Ilustración. USA es una excepción, ya que las religiones privadas modernas tienden a aceptar la diferenciación y sobreviven mejor al proceso.
La secularización como marginación de la religión a una esfera privada, que es también una opción histórica y que ha sido preferida tanto en el campo religioso como en el político.


El movimiento feminista en sus orígenes no existía problema, ya que, formaba un grupo homogéneo (amas de casa y chicas en tránsito a convertirse en amas de casa). Ocupan “trabajos femeninos” como de secretarias, enfermeras,… este es el origen del grupo.
El movimiento feminista de la segunda ola aparece en Europa y en EE.UU. Se activa la transición política, es cuando se produce su aparición. El motor es la formación de un movimiento feminista radical, capaz de desarrollar acciones. En 1981 se generan tensiones debido a que en este año se juzga a una mujer por adultera y el movimiento se presenta para auto-inculparse por adulteras.
Según avanza se incorporan sectores de mujeres no tan militantes, es entonces cuando aparece una militancia heterogénea.
Existen distintos juegos de agentes y propuestas al cambio. Se erosionan los comportamientos tradicionales y aparecen comportamientos nuevos. La masa crítica la conforman las jóvenes generaciones, los grupos de mujeres que llegan al espacio público, ejemplo: profesoras de universidad y por último las militantes del movimiento obrero quienes son determinantes para el cambio social.
Entonces cabría preguntarse cuál es el cambio, en primer lugar cambia el conocimiento, las normas, las prácticas, y la cultura pero si estas dos últimas no cambian entonces el cambio será mínimo. Aparece un nuevo agente social, las asociaciones de mujeres.


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